CUANDO LA HUMANIDAD SINTONIZÓ EL MUNDO: LA REVOLUCIÓN DE LA RADIO
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- Jun 10
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Por Néstor Ikeda
Excorresponsal de Associated Press en Washington, DC
La radio, más que un invento, es una compañera atemporal. Y aunque el futuro la modifique, su alma —esa voz que nos habla al oído como si fuera solo para nosotros— nunca dejará de existir… y de sonar.
Es 1897. En Weston-super-Mare, un balneario inglés, el joven italiano Guglielmo Marconi realiza una proeza que cambiaría la historia: transmite señales de radio por mar abierto, sin necesidad de cables. Su invención sella el nacimiento de la comunicación inalámbrica moderna. Es el nacimiento de la radio: mucho más que una tecnología, es una invención que se convertiría pronto en compañía, memoria, cultura y revolución.
Lo que comenzó como chispas invisibles en el aire pronto se volvió un fenómeno global. Para la década de 1920, las ondas radiales ya llevaban voces, música y noticias a hogares enteros. La radio nacía como el medio más democrático de su tiempo: sin fronteras, sin distinción social.
El auge global y el despertar latinoamericano
En 1906, Reginald Fessenden realiza en Estados Unidos la primera transmisión de voz y música. Poco después, las emisoras comerciales florecen en Norteamérica, y hacia la década de 1920, la radio se vuelve habitual en los hogares urbanos prácticamente de todo el mundo.
En América Latina, la historia avanza con ritmo propio. Argentina marca el inicio regional en 1920, seguida por México (1921), Chile (1922), Brasil (1923) y Perú (1925). En este año 2025, Perú está celebrando su centenario radial como parte de esa generación inicial que encendió micrófonos y corazones en todo el continente.
La radio no solo informó: unió. Acompañó a combatientes en guerras, informó sobre elecciones, goles históricos, himnos revolucionarios y serenatas nocturnas de románticos que prácticamente ya no existen. En zonas rurales, sin luz eléctrica, la radio fue literalmente la única luz con ondas que entraban por una ventana para llevar el mundo al oyente.
Nace la FM y el sonido encuentra su fidelidad
En 1933, el ingeniero estadounidense Edwin Howard Armstrong inventa la frecuencia modulada (FM), una tecnología que revolucionaría el sonido. A diferencia de la AM (Amplitud modulada), la FM ofrecía mayor fidelidad y menos interferencias, ideal para la música.
Aunque enfrentó resistencia inicial de las grandes cadenas AM, la FM terminó por conquistar la audiencia con su claridad. Así se definió un nuevo paisaje sonoro: la AM dominó las noticias, los deportes y los debates; la FM se convirtió en el hogar de la música y la emoción, en una fuerza invisible que conectaba a las personas sin reparar en fronteras. Aquí nacieron o fortalecieron su fama las grandes figuras de la música, desde Elvis Presley a los Beatles, desde Los Panchos a Raphael, desde Carlos Gardel a Vicente Fernández. Y en Perú, desde La Limeñita y Ascoy a Eva Ayllón, y desde Los Pacharacos a García Zárate al Jilguero del Huascarán.
Del aire al espacio: la era satelital y digital
Entre los años 60 y 80, la radio FM alcanzó su apogeo en el mundo, mientras las transmisiones por satélite ampliaban su alcance global. Ya no se trataba solo de frecuencias locales de alta potencia: el mundo ya podía escucharse en tiempo real con potencia mínima de transmisión.
En los años 2000, una nueva revolución golpeó las ondas: la radio por suscripción. Empresas como XM Satellite Radio en EE.UU. ofrecieron programación sin anuncios y contenido exclusivo, desde debates sin censura hasta deportes y canales nicho. Aunque muchos dudaron en pagar por algo que antes era gratuito, millones se suscribieron. En 2008, XM se fusionó con Sirius, dando paso a SiriusXM, una de las marcas más sólidas de radio premium que haya existido hasta hoy.
Pero, la evolución de la radio, o en todo caso del “formato radio”, no se detuvo. Apareció el streaming con un auge potente: surgieron plataformas como Spotify o Apple Music y más recientemente YouTube Music y los parlantes inteligentes de varias megacompañías como Google y Amazon. Estas nuevas modalidades de oír radio y música plantearon un nuevo reto: la personalización total.
La IA toma el micrófono
Hoy, la innovación ya no llega por antenas, sino por algoritmos. La inteligencia artificial (IA) ha comenzado a transformar la radio: DJs virtuales, locutores sintéticos con acentos regionales, recomendaciones musicales hiperpersonalizadas.
Las grandes cadenas de radio usan IA para seleccionar noticias, crear playlists e incluso generar boletines hablados sin intervención humana. Voces que nunca existieron llenan las ondas ofreciendo información precisa y sin pausas. La línea entre lo humano y lo artificial comienza a difuminarse. ¿Significa esto el fin de la radio como la conocemos? No necesariamente.
La radio ya sobrevivió a la televisión, al cassette, al CD, al MP3, al podcast. No se extingue, se transforma. Más que nunca, se adapta a los nuevos tiempos. Desde aquella chispa de Marconi en la costa inglesa hasta las emisoras impulsadas por inteligencia artificial, una verdad se mantiene intacta: la radio sigue viva. Los expertos coinciden en que la IA puede mejorar la eficiencia, pero no reemplaza la conexión humana. La voz quebrada en una entrevista en vivo, el entusiasmo improvisado de un comentarista deportivo, el timbre cálido de un locutor de madrugada… son momentos que ninguna máquina puede replicar.
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