Por: Gustavo Faverón Patriau
Me preocupa mucho que una serie de autoproclamados expertos “peruanistas” no parezca encontrar nada que objetar a la ejecutoria pública de Pedro Castillo: el tipo minó todas y cada una de las rutas progresistas e igualitarias que pudo destruir, repartió los ministerios como regalos de navidad entre maleantes, repetidamente colocó sectores clave en manos de trogloditas, fue descubierto repartiendo la caja chica y serruchando la caja grande tantas veces que resulta difícil enumerarlas, colocó conservadores a ultranza, reaccionarios ultramontanos y hasta admiradores de Hitler entre sus matones de confianza, reprimió toda protesta en su contra con una violencia inmediata —¿por qué nadie habla de los manifestantes que murieron en su gobierno?— y finalmente dio el golpe de estado más baboso de nuestra historia republicana, y, sin embargo, numerosos autoproclamados expertos peruanistas creen que reaccionar contra Castillo es antidemocrático, no porque sea quien es sino porque representa lo que sea que creen que represente (a mi juicio representa el hecho incontrovertible de que la política de la delincuencia en el Perú atraviesa todas las clases sociales y se oculta tras todos los lemas). Ahora los genios proponen una elección irregular concertada en semanas (que nos llevará a una segunda vuelta con el fujimorismo nuevamente perfilado para resecuestrar el Estado) y, en el colmo del imbecilismo, exigen también una nueva constitución instantánea, como si el hecho de pedirla garantizara una carta magna progresista, igualitaria, integradora, multicultural o inclusiva. Necios (o sea, cojudos). Una constitición peruana escrita en estos años será un cuento de horror contra la dignidad humana y una lápida sobre cualquier ilusión de salir del agujero. Sus autores serán en un 85% los sujetos más ridículos de nuestra historia política, no muy distintos de los congresistas de hoy. La izquierda nunca ha sido tan fujimorista como estos días y el fujimorismo nunca ha sido tan desinhibidamente cavernícola.
20 de diciembre del 2022
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